Abedul
Acedera
Anís
Biznaga
Borraja
Celidonia
Eringio
Mostaza negra
Olmo
Sauce
Las hojas de abedul cura los males
del riñón, si se usan en cataplasmas o en infusión. La resina de su corteza cura
las enfermedades de su piel. Equilibra el pensamiento y ayuda a que se
equilibren el cuerpo y el alma, es una buena planta para los políticos y
artistas. Cortar las hojas en luna llena.
Acedera
Mejor la que crece fuera del agua
por que da apetito y ayuda a fortalecer las crías. No es buena para el corazón,
no es buena para los que padecen gota, no es buena para las mujeres que padezcan
reuma, y tampoco para los hombres que tienen arenilla o piedra en el riñón. Pero
fortalece los dientes, protege contra las gripes y ayuda al escorbuto. Se come
cocida como todas las verduras. Es buena para los que prestan servicio y para
los que se hacen a la mar, también para los que tienen que hablar mucho. Ayuda a
los visionarios y da energía al cuerpo, pero no debe comerse en
exceso.
La que crece en los caminos es
fuerte y resistente, por eso sirve como tónico para el caminante y como abridor
del apetito para los viejos y los niños. Cura los dolores de estomago y los
cólicos si se toma en infusión. Regulan la digestión si se toman sus hojas en
ensalada. Con la achicoria se hace corta la espera y se tranquilizan los nervios
con el olor de sus flores.
Mejor la que crece al lado de los
bosques cura los males de boca, cuello y garganta, sobre todo si es ayudada por
la miel. Mejora la circulación y ayuda la sangre. Cura las ulceras varicosas en
cataplasma o infusión. La infusión corta las diarreas y ayuda contra los mareos
estomacales. Ayuda a los que tiene que estar mucho tiempo de pie y no tienen
tiempo para comer como dios manda, ayuda a quien quiere lavar su
imagen.
Alegra la vida y mata las
lombrices. Cuando la regla se atrasa ayuda a que vuelva. Fortalece el estómago y
despierta el cerebro. Ayuda a los que pintan o escriben, pero si se toma
demasiado trae malas visiones y depresiones.
Ajenjo chino
El ajenjo chino, oquinghaosu, es una de las hierbas empleadas para tratar la fiebre desde hace 2.000 en la medicina tradicional china, pero está siendo investigada en los últimos años con el propósito de desarrollar un medicamento barato contra el paludismo, Además el ajenjo chino (Artemisia annua) es la base de un nuevo fármaco contra el cáncer formulado por un equipo de la Universidad de Washington (EE.UU.).
Ajenjo chino
El ajenjo chino, oquinghaosu, es una de las hierbas empleadas para tratar la fiebre desde hace 2.000 en la medicina tradicional china, pero está siendo investigada en los últimos años con el propósito de desarrollar un medicamento barato contra el paludismo, Además el ajenjo chino (Artemisia annua) es la base de un nuevo fármaco contra el cáncer formulado por un equipo de la Universidad de Washington (EE.UU.).
Aleja a los malos espíritus y a
los vivos que quieren hacer mal. Un diente de ajo y un trago de leche, ayuda a
remitir las intoxicaciones. Ayuda al corazón porque baja la tensión. El ajo
puesto en la herida, pica pero sana. Y en las picaduras de avispas e insectos,
quita el escozor y limpia la herida. A pesar de su olor, alivia pequeñas
infecciones y todo tipo de dolores y es una fuente de salud y vida, con el que
además se puede combatir el reuma. Si se toma con miel y limón actúa contra los
males de tos, constipado y gripe. En lavativa hace que huyan lombrices y
gusanillos. Es afrodisíaco y fertilizador. Y bien sabido es que una ristra
colgada en casa o el negocio trae la buena suerte y aleja
fantasmas.
Se encuentran en la entrada de
bosques y al lado de las encinas. Su corteza abre el vientre, por eso va bien
para los estreñimientos y para los constipados de estómago. Limpia los
intestinos y los poros. Sus hojas ayudan contra las diarreas. Para las anginas y
los males de garganta, hacer gárgaras con el cocimiento de sus hijas. Si quieres
que alguien sea más generoso, dale una infusión de corteza de
alardiena.
Su resina mezclada con manteca y
un poco de agrimonia seca, cura las hemorroides de forma milagrosa. Ayuda a la
meditación y la oración.
Estimula y da energía. Va bien
para los nervios y las manías. También llamada la hierba de las nodrizas,
favorece a las madres que están amamantando. Da esplendor y lozanía a las mozas
con una infusión de hojas frescas.
Sus hojas calentadas y colocadas
en las plantas de los pies, quitan cualquier dolor y cansancio, excelentes para
caminantes y carteros. La cataplasma de hojas cura llagas y heridas que no se
quieren curar. Un poco de cataplasma en los pechos de la mujer, ayuda a la
retirada de leche, baja la inflamación y ayuda a que no se formen grietas.
Masticando su corteza tendrás dientes sanos y fortalecerás las
encías.
Almez
Hojas y frutos verdes cortan la
disentería. Dale hojas y frutos a la mujer que deja ir mucha sangre en las
menstruaciones. Si se toma a punto de parir puede retrasar el parto. La cercanía
del almez ayuda a que los viejos vivan con fuerza y lucidez.
Crece en el campo entre las
mieses, y hasta cerca de la vía del tren. Una amapola encarnada puesta en el
cabezal de la cuna o de la cama, ayuda a conciliar el sueño. Sus pétalos
preparados en infusión combaten la tos, quita dolores y tranquiliza los nervios.
Si piensas en una amapola antes de dormir y en sueños se te revelará parte de tu
futuro.
Anís
Abre el pecho y cura la tos.
Refuerza el estómago y ayuda a la digestión. Alivia dolores de estomago y
cólicos menstruales. Evita los gases del estómago y ayuda a que la regla venga
regularmente cada mes. Mejora la leche de la madre y le da buen sabor para el
bebé. Es dulce y aromático, da alegría con su perfume y agrado con su
sabor.
Regula la menstruación y provoca
abortos tempranos, pero se debe usar con cuidado porque puede
intoxica.
Es sedante y hace soñar, pero
también se debe tomar con cuidado en pocas cantidades y antes de irse a dormir.
Si se toma de día, atonta los sentidos.
Árbol mágico, sus varas son
bastones de mando en la brujería y los rituales de magia. Da intuición y
sensibilidad. Protege al caminante que se adentra en el bosque o que sube a la
montaña. Es bueno para el corazón por que las avellanas elevan la presión
sanguínea. Desde la raíz hasta las hojas, pasando por el tallo, el avellano cura
las heridas, corta las hemorragias y es un eficaz remedio contra los males de
estómago y las diarreas. Sus flores de invierno, preparadas en infusión, hacen
sudar la gripe, cortan las fiebres y limpian la piel.
Beleño negro
Planta mágica donde las haya, es
tóxico para las alimañas, pero los hombres pueden tomar sus hojas secas en
pequeñas dosis. Cura todo tipo de temblores y de enfermedades temblorosas, como
el mal de San Vito y el Parkinson. Una hoja de beleño en la frente o el pecho,
quita el hipo persistente, la infusión de una hoja, también. Es bueno contra el
asma y la respiración cortada. Ataja el mareo y calma los nervios. Quita las
náuseas y no hay mejor remedio contra los vómitos de las preñadas. Ahuyenta a
los lobos y protege los huertos y los pueblos.
Se encuentra en los arroyos. Sirve
para limpiar el cuerpo de mala suerte y salaciones. Limpia el cuerpo por dentro.
Un buen marinero lleva siempre su ensalada de berros. Cura el reuma y los
dolores de huesos y piernas. Elimina el catarro y despierta la mente. Cura la
bronquitis y los males internos de pecho. Limpia la orina y fortalece los
riñones. Pero no debe ser comido por preñadas avanzadas ni por mujer a la que le
cueste tener hijos.
Se encuentra entre hayas, robles y
encinas. Es planta de guerreros porque cura y limpia las heridas que están
infectadas. Una compresa de betónica baja las inflamaciones de los
golpes.
Es la planta de las mujeres porque
sirve para lavar y limpiar las partes de la entrepierna. Ayuda a quitar las
inflamaciones interiores. Para tener los dientes sanos y las encías sin dolor,
enjuágate la boca con agua de bistorta. El vino de bistorta es alegre y
digestivo, sobre todo después de una comilona.
Biznaga
El fruto de la biznaga en
infusión, es el mejor remedio para las piedras y cálculos de riñón. Cura los
males del corazón, ya sea por males físicos o por mal de amores. Para la angina
de pecho y para evitar las trombosis también sirve la biznaga, porque depura la
sangre y ensancha las venas. Cura el asma de pecho y fortalece los bronquios. Es
un buen aliado para los que comen y fuman mucho.
Hierba del bosque muy resistente.
La corteza sirve para aliviar los males de las articulaciones. Ayuda contra el
reuma. Ayuda contra las fiebres. Es mejor ponerse cataplasmas que tomarlo,
porque el boj es rebelde e intoxica el organismo. Es una buena planta mágica
para los que deseen emprender un viaje o un negocio.
Borraja
Las flores de la borraja limpian
los poros, la sangre y dejan el cuerpo limpio porque le hacen sudar todo mal.
Para hacer marchar el constipado persistente, una infusión de flores de borraja
es lo mejor. La infusión de hojas de borraja limpia la orina. Las cataplasmas de
su corteza son un buen remedio para madurar y reventar los forúnculos. Es planta
de pobres y por eso les ayuda a que no todo quede en agua de
borrajas.
En lo alto de la montaña puedes
encontrarla. Limpia la vejiga de putrefacciones. Limpia la orina mejor que
cualquier planta. Quita las imperfecciones y las inflamaciones externas. Si vas
con malas mujeres, toma una infusión de breciana y lávate las partes con su
agua.
Del cardo mariano, los frutos
cocidos y machacados. Suben la presión de la sangre. Solucionan las crisis
asmáticas. Curan la fiebre del heno y otras alergias. Quitan jaquecas y dolores
de cabeza. Curan y desinflaman las erupciones. Pero si la congestión de hígado
padeces y te quieres curar, las hojas, las raíces y el tallo debes
usar.
Silvestre o cultivado, el castaño
da buen resultado. La tintura de castaño baja la inflamación y los dolores de
hemorroides más rebeldes. El castaño, además, es un árbol mágico y sus ramas
sirven al caminante para orientarse y encontrar agua.
Celidonia
Crece en los lugares frescos y sin
mucho sol. Es mejor usarla en cataplasmas por fuera, que hacer tisanas y
tomarla, porque la celidonia es tóxica y traicionera. Su raíz es sedante y
antiasmática. También eleva la presión de la sangre y estimula el corazón. Pero
lo mejor de la celidonia es su resina, porque quita las verrugas y cauteriza las
heridas si son arrancadas.
Crece por todas partes y va muy
bien para detener las diarreas. También ataja las hemorragias de cortadura y
heridas.
Quien come cerezas come salud. Los
ramos de cereza son adelgazantes. Limpian el riñón. El fruto de cereza alivia el
hambre y ayuda a la digestión. Tener un cerezo en casa es una
bendición.
Se halla en el fondo del barranco.
Ayuda en las limpias del alma porque da ánimos y fuerzas a los melancólicos y
tristes. También ayuda en la limpieza del cuerpo porque es un buen diurético.
Ayuda a los débiles porque es tónica. También ayuda a los tuberculosos en su
recuperación. Ataja el desangrado nasal. Ataja las hemorragias menstruales.
Detiene el goteo de sangre de las hemorroides.
Crece en las paredes de los pozos
y en cuevas húmedas. Cura todo tipo de toses. Cura todo tipo de catarros.
Facilita la menstruación y ahuyenta sus dolores. Del culantrillo de pozo sirve
la planta entera.
Para dar sazón y quitar las
flatulencias, el culantro es un buen condimento. Sus granos quitan los gases
internos y los malos humores. Matan y sacan las lombrices grandes. Son un
reconstituyente para los que salen de gripes y fiebres. El culantro sirve para
curar y cocinar.
Planta de cuidado que crece en los
bosques. En polvos o infusiones, fortalece el corazón. Normaliza el ritmo del
corazón y previene la taquicardia. También se utiliza para viajar con la mente y
tener un buen regreso, pero no debe usarse si no se conocen sus efectos. Tampoco
debe auto recetarse y sólo debe tomarse bajo prescripción de un buen
profesional.
Viaja por todas partes y en
cualquier lugar progresa. Abre el apetito. Limpia los riñones y cura afecciones
urinarias. Purifica la sangre. Alimenta y es sano. Es humilde, pero sabe dar
protección.
La doradilla se aferra a los muros
y paredes viejas, porque crece y vive en ellas. Mejora la digestión y va bien
contra las diarreas. Mejora la micción y limpia la vejiga. Elimina la gota y sus
dolores. Cura los males del hígado y mejora el humor. Pero se utiliza desde
siempre para curar la tos.
Cerca de los riachuelos puedes
encontrar la dulcamara. Cura la bronquitis y las toses compulsivas. Sana los
intestinos y alivia los cólicos y los dolores de vientre. Desvanece diversos
dolores de músculos y huesos. Limpia la piel y es un eficaz remedio contra las
picaduras de avispas. Por dentro o por fuera, la dulcamara hace la cura
entera.
Endrino
Detiene hemorragias y diarreas,
pero sus flores son laxantes, por eso el endrino es una planta de ida y
vuelta.
El enebro hace sudar y orinar, por
eso va muy bien para limpiar el organismo y para sacar los constipados. Alivia
los males de gota. Alivia las acumulaciones de líquidos. Tranquiliza los
nervios. Los frutos del enebro alimentan más que el dinero.
Eringio
Sólo crece en las playas arenosas,
por eso es planta de pescadores y marinos. El marino que se la lleva al mar se
asegura un buen regreso. Cura la inflamación de los riñones por crónico que sea
el mal. Elimina la contención de agua, por eso es bueno para la hidropesía.
Elimina las arenillas del riñón. Cura los edemas de las piernas.
El que se come espárragos no
enferma del corazón, pero deben ser fresco y preparados en casa, y no en lata o
en pote.
Del espino se utilizan las flores
para alejar los males, las penas y los dolores. Fortalecen el corazón y las
venas. Curan la arterioesclerosis. Sanan los males del reuma. Curan la angina de
pecho. Elimina el insomnio y tranquiliza y equilibra los nervios. El espino es
planta de inocentes, por eso los cura y los protege.
Usa el estramonio con cuidado
porque tiene fama de ser planta del demonio. Es hipnótico y visionario, por eso
ha sido usado por las brujas y meigas de todos los tiempos. También calma la tos
y cura los dolores reumáticos de las articulaciones. Usa sólo las hojas y en
pequeñas dosis. Los frutos y las raíces pueden volverte loco.
Fárfara o
tusilago
Donde hay arcilla blanda hay
fárfara. Es el mejor remedio contra la tos.
Las hojas del fresno son laxantes.
También son suavemente diuréticas. Combaten la gota y el reuma. Pero lo mejor
del fresno son sus frutos pulverizados, por que sanan la
artritis.
En el fruto de la fresa se
encuentra la riqueza. Sus hojas son diuréticas y depurativas. Sus raíces atajan
la diarrea. Sus raíces junto a las hojas en cocimiento, son un buen remedio para
las inflamaciones de la boca y la garganta. La fresa madura untada en los pies o
en las manos, cura todo tipo de sabañones. La fresa alegra el estómago y suaviza
el humor. Contra toda alergia, fresa.
Crece al borde de las aguas. Sus
frutos son purgantes. También desintoxican porque hacen vomitar si se come la
cantidad adecuada. El polvo de raíz de carmín cura las afecciones de la piel.
Sirve, además, para echar fuera los demonios. Del carmín, bueno y poco, porque
puede hacer daño al estómago.
Se cría en el llano, pero puede
subir al monte. Esta hierba mágica adelgaza la sangre y protege al corazón.
Mejora el humor y favorece los amores. Debe tomarse en primavera para que
funcione mejor.
Hierba de Santa
María
Hierba protectora a toda hora,
hierba santa. Paraliza las lombrices grandes y pequeñas. Sirve para los enojos y
para tranquilizar los ánimos. Depura la bilis. Sana y protege el hígado. Regula
los males de las mujeres. Cura los pequeños problemas y los pequeños
dolores.
Crece en los prados no muy
mojados. Lo mejor del hipérico son las cataplasmas que se hacen con las hojas y
las flores más altas. Cura y alivia las heridas. Cierra las llagas y las
ulceraciones. Alivia los dolores de los golpes. Cura las quemaduras y las
irritaciones de la piel. El licor de hipérico va muy bien para las
digestiones.
Hierba de mala fama porque crece
en las basuras y los excrementos, pero de la suciedad saca sus virtudes. Del
lampazo lo mejor son las raíces cocidas. Cura todo tipo de heridas y
magulladuras. Ayuda a que desaparezcan los forúnculos. Cura la sífilis y la
gonorrea. Baja los ardores de la pasión. Sana dolores de golpes. Alivia las
llagas y las quemaduras. Cura los dolores de las articulaciones. Aleja las malas
compañías y espanta a las busconas.
Laurel
Para el caldo o el cocido, para
sanar y curar. Tonifica y fortalece el estómago. Evita los gases del vientre.
Provoca la menstruación y disminuye los dolores. Relaja los nervios y favorece
la digestión. El laurel, además, atrae la buena fama y la
fortuna.
Si no te lo da alguien que sepa,
el lúpulo se te subirá a la cabeza. El lúpulo es otra hierba de brujas que
favorece la concentración y las visiones, por eso debe usarse con mucho cuidado.
Calma todo tipo de dolores. Ayuda a dormir y a descansar. En dosis muy pequeñas
también favorece el buen funcionamiento de los riñones.
Le gusta crecer rodeado de
humedad. Alivia de gran manera los dolores de cabeza. Desinflama las anginas y
descongestiona las vías respiratorias. Reduce la gota y alivia sus dolores. Cura
las heridas y las llagas. Es un buen depurador y fortalecedor de la sangre. Sana
el catarro de pecho y reduce la inflamación delos bronquios.
La malva crece por donde pasa el
hombre. Cura granos y ablanda forúnculos. Disminuye la tos y favorece las
digestiones.
Es por todos conocida y por todos
tomada. Alivia los males estomacales. Regula la digestión y calma los cólicos.
Limpia los ojos y depura el organismo. Es tónica y reconstituyente. Alegra el
humor y relaja los nervios.
Sirve para todo mal acompañando a
otras plantas, pero también se basta sola para curar el raquitismo y el
escorbuto. El jugo de esta planta es el mejor tónico que hay y es muy
recomendable para los que están creciendo o saliendo de una
enfermedad.
Mostaza negra
La mostaza, en salsa o en
cataplasma. Cura la gota y calma los dolores que produce. Despierta la mente y
el ánimo. Combate el letargo y la nostalgia. Disminuye las parálisis. Va bien
contra el asma y contra todas las enfermedades pulmonares. Saca el frío hasta de
los huesos. Es estimulante y abre el apetito. Favorece la micción y depura
riñones y vejiga. Limpia el alma de males de ojo y de
hechicerías.
Se aprovecha de otras plantas,
pero sólo para favorecer la salud de los hombres. Despeja la mente y ayuda al
corazón. Atrae los amores y los favores. Cura epilepsias y convulsiones.
Equilibra el riego sanguíneo y el ritmo del corazón.
Olmo
Árbol mágico donde los haya, el
olmo contiene los secretos de la vida y de la muerte. Su corteza ataja las
fiebres y las diarreas. También hace sudar, por lo que depura el cuerpo entero.
Esta corteza machacada y convertida en pomada, cura todo tipo de afecciones y
heridas de la piel. El olmo protege el alma de los malos espíritus y da
longevidad, salud y riqueza.
Se utiliza en la cocina porque
favorece el sabor y la digestión, pero también calma la tos y el asma. Alivia
internamente el dolor de garganta. Aplicado por fuera quita dolores y torceduras
musculares, sobre todo las del cuello y la nuca. También disminuye los dolores
causados por el frío, la humedad y el reuma. En grandes cantidades y antes de
las seis semanas de gestación, es un potente abortivo.
Tiene mala fama porque irrita a
quien la coge sin saber cómo, pero en realidad es una buena planta. Ayuda contra
la diabetes. Mejora la leche de las madres. Abre el apetito de los niños. Cura
los dolores de los viejos. Regula la micción y la digestión. Y no hay nada mejor
para los males de la piel, granos, quemaduras o eczemas, que la tintura de
ortigas.
Como otros condimentos, el perejil
es un compendio de bienes. Es estimulante, tónico, aperitivo y diurético. Regula
la menstruación, pero en grandes cantidades es abortivo. Mejora el
funcionamiento de las vísceras y los intestinos. En cataplasma también es un
alivio para las llagas y las ulceraciones.
Sauce
También es un árbol mágico capaz
de curar muchos males del alma y el cuerpo. Quita las penas y aleja las
lágrimas, protege contra los hechizos y fortalece el espíritu. Pero su corteza,
además, es la mejor cura contra fiebres, catarros, gripes, constipados, dolores
musculares, dolores de muelas, males de pecho y de garganta, nervios y
cansancio. La corteza de sauce hace que el mal se aleje y que la persona se
sienta bien en poco tiempo.
Hierba completa en virtudes, sobre
todo si es silvestre crece al lado de un río. Los frutos del saúco son
depurativos. Su corteza es diurética y favorece la micción. En compresa o
cataplasma, sus flores actúan contra la erisipela. La infusión de las flores de
saúco hacen sudar el cuerpo, por ello cura la tos y los constipados. Cura la
inflamación de las encías y alivia las anginas.
Tilo
Para sedar y soñar, nada mejor que
la flor de tilo. Las infusiones de esta flor hacen que la acidez estomacal
desaparezca. También calma los nervios y tranquiliza los ánimos. Alivia cólicos
y retortijones del estómago. Cura los constipados y ataja las diarreas. Relaja
el cuerpo y ayuda a vencer el insomnio. Este árbol es fuente de protección para
el alma y de salud para el cuerpo.
Su fama de atraer la buena suerte
no es gratuita. Siembra tréboles cerca de tu negocio y las ventas serán
abundantes y ventajosas. Además cura las cataratas y mejora la vista. Es
digestivo y diurético, al tiempo que buen alimento. Remedia el estreñimiento
crónico. Abre el apetito y tonifica el organismo. Cura los catarros de nariz,
garganta, bronquios y pulmones. Desinflama y protege el hígado.
Valeriana
No tomes mucha valeriana, porque
en lugar de tranquilizarte cometerás muchas locuras. En las cantidades precisas,
la valeriana es un gran tranquilizante. Combate los nervios, los histerismos, y
los ataques de nervios. Favorece el sueño y cura el insomnio. Pero no es un buen
remedio para los que están nostálgicos, tristes o deprimidos.
Para depurar la sangre se utilizan
las hojas y los brotes de la verbena. Una tisana de verbena va bien para el
bazo, el hígado y los riñones, sobre todo cuando se acaba de pasar por un mal
trago o un enfado fuerte. Mezclando vinagre con hojas, machacadas y tiernas, de
verbena, se obtiene una buena cataplasma contra las erupciones y granos de la
piel.
Verrucaria
Principalmente sirve para quitar
las verrugas, pero también evita hechizos y maldiciones. Favorece la secreción
biliar. Baja la temperatura de las fiebres, sin importar su origen. Disminuye la
gota y sus molestias. Provoca y regula la menstruación. Limpia y cura llagas y
heridas. Tranquiliza y mejora el estado general del cuerpo.
Se puede encontrar en cualquier
lado, pero es mejor la violeta que se arranca del bosque. Cura catarros,
anginas, constipados, bronquitis y es de gran ayuda para todo tipo de
enfermedades pulmonares. Alivia la tos, seca o húmeda. Abre el pecho y hace
sudar para depurar el organismo. Limpia el estómago de cuerpos extraños porque
su raíz en cocimiento provoca el vómito.
Usada en el interior o en el
exterior, la zarza y sus frutos son un buen remedio. Cura las diarreas y la
disentería. Desinflama y alivia las hemorroides. Alivia las inflamaciones de la
boca y la garganta. Fortalece encías y dientes, y previene las caries. Su fruto
es buen alimento para el niño y para el viejo. Detrás de las zarzas y protegidos
por sus espinas, se esconden espíritus favorecedores, pero no los quieras ver,
porque la zarza puede engancharte.
Luis Díaz Montaner y Aroa Granados
La Guarida de Yog
La Guarida de Yog
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